Soy perezoso, desordenado e indolente, siempre cansado de mi inactividad. Además nunca sé dónde pongo mis cosas. Pierdo todo mi tiempo, extenúo mis nervios y me agoto buscándolas, hurgando en el interior de los cajones, arrastrándome debajo de las camas, encerrándome a oscuras en las habitaciones, enterrándome bajo un montón de colgaduras... (Extraído del cuento Oriflama de Eugène Ionesco)
jamás regaló nadie nada tan bonito.
ResponderEliminarluna llena
Hay una cuenta matemática que aunque aparentemente incongruente es bien precisa, tú sabes por qué 501 es igual a 499, verdad?
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